

En un inolvidable enfrentamiento navideño de la NBA, Nikola Jokic llevó a los Denver Nuggets a una notable victoria en tiempo extra por 142-138 contra los Minnesota Timberwolves, grabando su nombre en los libros de historia con una distintiva línea estadística de 56/16/15. El juego fue una exhibición fascinante de poder estelar y resistencia, cautivando a los fanáticos hasta altas horas de la noche. Anthony Edwards de Minnesota fue una fuerza de la naturaleza, anotando 44 puntos y logrando un asombroso triple que llevó el juego a tiempo extra en el último segundo. Su deslumbrante actuación fue temporalmente la historia principal, ya que los Timberwolves, impulsados por energía juvenil y ambición, parecían estar listos para superar a los Nuggets diezmados. Sin embargo, el periodo de tiempo extra se transformó en un giro dramático del destino. Edwards, consumido por la intensidad del juego, se encontró expulsado tras dos rápidas faltas técnicas, eliminando al principal contribuyente de los Timberwolves del clímax del encuentro. Con Edwards fuera del juego, Jokic orquestó una de las mejores actuaciones de tiempo extra en la historia de la NBA, anotando unos asombrosos 18 puntos en solo cinco minutos, rompiendo el récord de Stephen Curry de puntos en un solo tiempo extra. La ejecución impecable de Jokic bajo presión, combinada con su excepcional tiro tanto desde el campo como desde la línea de tiros libres, desmanteló las defensas de Minnesota y aseguró la victoria de los Nuggets. Esta victoria fue más que un triunfo estándar de temporada regular; fue un testimonio de la increíble versatilidad y liderazgo de Jokic, especialmente dado el retroceso en la plantilla de Denver, con varios jugadores clave no disponibles. Su maestría en la cancha destacó por qué el camino al campeonato aún pasa por Denver y su inigualable centro serbio. La victoria de los Nuggets, aumentada por un esfuerzo estelar de apoyo de Jamal Murray, quien añadió 35 puntos y mostró un tiro impecable desde más allá del arco, señala tanto la resiliencia como el dominio frente a la adversidad. Por otro lado, los Timberwolves, a pesar de una actuación impresionante que vio contribuciones de Julius Randle y otros, dejaron el Ball Arena con lecciones sobre la compostura y la importancia de la experiencia en momentos cruciales. Este encuentro navideño será recordado no solo por sus jugadas explosivas y actuaciones récord, sino también por reafirmar la belleza impredecible y la competencia que definen la temporada de la NBA.