El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, dijo el martes, tras visitar la central nuclear rusa de Kursk, que existía el riesgo de un accidente nuclear y que la situación era grave, según informa Reuters. Rusia afirma que la planta ha sido atacada repetidamente por fuerzas ucranianas que se encuentran a sólo 40 kilómetros de distancia, tras hacerse con una porción de territorio ruso este mes. Ucrania aún no ha respondido a las acusaciones. Grossi dijo en una conferencia de prensa que la planta era extremadamente frágil porque no tenía una cúpula protectora. Dijo que el sitio estaba actualmente operando muy cerca de las condiciones normales, pero esto significaba que la situación en cuanto a su seguridad era aún más grave. La planta de Kursk es una de las cuatro principales centrales nucleares rusas con igual capacidad, ubicada cerca de la ciudad de Kurchatov, y es el nodo principal del sistema energético unificado del país.