El sitio web monumentwatch.org, que monitorea el patrimonio cultural de Artsaj (Nagorno-Karabaj), escribe que “hace unos días, el sitio web azerbaiyano Cultura de Azerbaiyán publicó una declaración sobre el famoso monumento de Artsaj ‘Somos nuestras montañas’ (Abuela y abuelo), afirmando que fue construido en la ciudad de Khankendi [Stepanakert] en Azerbaiyán en 1967 y que es uno de los muchos ejemplos de la tolerancia de Azerbaiyán hacia los monumentos multiculturales y nacional-religiosos”. En 2023, hubo algunas publicaciones en las que se mencionó que los armenios “armenizaron” el monumento. La parte azerbaiyana intentó difundir la teoría de que no están en contra del monumento, sino de su “interpretación ideológica nacionalista”. De las publicaciones azerbaiyanas se puede concluir que durante los años soviéticos, cualquier manifestación dirigida a la historia, la cultura y las raíces de los armenios en la NKAO se consideraba “nacionalista”. La política de Azerbaiyán hacia el monumento es un intento de usurpar el patrimonio, cuando no solo se separa de la afiliación armenia, sino que también crea la imagen de un país multicultural y tolerante para Azerbaiyán. Con esta política, Azerbaiyán viola la Convención de las Naciones Unidas sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de 2005 adoptada en París.