Rodeado de vidrios a prueba de balas y medidas de seguridad mejoradas, el expresidente Donald Trump habló el miércoles en un mitin al aire libre en Asheboro, Carolina del Norte, por primera vez desde el intento de asesinato hace más de cinco semanas en Butler, Pensilvania, informa CBS News. Hablando ante una audiencia de unos pocos miles, según la campaña, Trump subió al escenario con vidrios a prueba de balas delante y detrás de él, y se trajeron unidades de almacenamiento móviles y camiones grandes para bloquear cualquier vista del mitin desde posibles puntos de observación fuera del perímetro de seguridad inmediato. Hubo una fuerte presencia policial, que envolvió el lugar con múltiples francotiradores colocados en los tejados cerca de donde el expresidente habló el miércoles. Según dos funcionarios federales encargados de hacer cumplir la ley, el mitin contó con una serie de activos del Servicio Secreto: equipos de contrafrancotiradores, despliegue de drones, tecnología contra UAS o drones, además de equipos avanzados de contravigilancia. La práctica de usar vidrios a prueba de balas para eventos al aire libre generalmente está reservada para presidentes en funciones, pero el Servicio Secreto hizo una excepción después del intento de asesinato contra la vida de Trump, según funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.