No existe un nivel seguro de alcohol. Una sola bebida al día podría quitarte casi tres meses de vida. Y beber puede aumentar el riesgo de contraer cáncer en un 23 por ciento. Estos son los hallazgos de un controvertido científico británico cuya investigación, que acapara titulares, está influyendo en las políticas gubernamentales y en los bebedores de todo el mundo, según informa The Telegraph. El trabajo del Dr. Tim Stockwell, que se ha publicado en The Lancet, entre otros órganos prestigiosos, ha inspirado una nueva ofensiva contra el alcohol que ha visto recortadas las pautas de consumo diario en Canadá y Australia. Es posible que Estados Unidos siga el ejemplo el año que viene, y el lobby antialcohólico del Reino Unido está utilizando el trabajo del Dr. Stockwell mientras se prepara para una lucha similar. Pero muchos de los colegas respetados del Dr. Stockwell dicen que está lejos de ser una ciencia establecida y han puesto en duda su investigación. Cuestionan sus motivos y lo acusan de ser una fachada para un lobby mundial de la abstinencia que está intentando secretamente prohibir el alcohol. El Dr. Stockwell lo niega. En declaraciones a The Telegraph, acusó a sus detractores de estar financiados por el lobby del alcohol y dijo que sus vínculos con las sociedades de abstinencia eran fugaces. El surco antialcohólico que está abriendo el Dr. Stockwell no es solitario: los científicos con los que ha colaborado en investigaciones que destacan los peligros del alcohol ocupan puestos de poder en importantes instituciones, como la Organización Mundial de la Salud; tres de ellos forman parte actualmente del panel de seis personas que decidirá si se reducirán las directrices estadounidenses sobre el consumo de alcohol. El Dr. Stockwell, que fue director del Instituto Canadiense de Investigación sobre el Consumo de Sustancias de 2004 a 2010, empezó a generar controversia pública el año pasado cuando fue miembro clave de un panel que redujo la dosis semanal recomendada en Canadá de 10 bebidas para las mujeres y 15 bebidas para los hombres a dos bebidas para cada sexo. Sin embargo, fue la gota que colmó el vaso para muchos colegas académicos y expertos que dijeron a The Telegraph que habían leído el informe con incredulidad y que concluían que era otro ejemplo de cómo el Dr. Stockwell “seleccionaba” las pruebas para adaptarlas a sus intereses. El ex científico del gobierno británico Richard Harding, que prestó testimonio sobre el consumo seguro de alcohol ante el comité selecto de ciencia y tecnología de la Cámara de los Comunes en 2011, dijo a The Telegraph que el Dr. Stockwell había tomado erróneamente una correlación como causal. “La investigación del Dr. Stockwell es esencialmente epidemiología, que es el estudio de las poblaciones”, dijo el Dr. Harding. “Se registra el estilo de vida de las personas y luego se ve qué enfermedades padecen y se intenta correlacionar la enfermedad con algún aspecto de su estilo de vida. Pero es solo una correlación, es solo una asociación. La epidemiología nunca puede establecer la causalidad por sí sola”.