En Vayots Dzor se ha dado más importancia a la convivencia pacífica entre humanos y animales salvajes. Existe el desafío de conservar las fincas sin dañar la naturaleza. Los agricultores se dan cuenta de que los osos poseen habilidades notables: identifican y superan muy rápidamente los obstáculos creados por los agricultores y causan pérdidas importantes a sus granjas. Vahe Khachatryan, un apicultor de Gomq, ha probado numerosas estrategias para evitar pérdidas: encontró los caminos de los osos hacia su jardín, instaló dispositivos que señalaban su aproximación, pero fueron temporales e ineficaces. Viva-MTS y la Fundación para la Preservación de la Vida Silvestre y los Bienes Culturales encontraron una forma eficaz de apoyar a los agricultores: utilizaron tecnologías verdes modernas. Las cercas eléctricas que funcionan con energía solar son seguras para los animales e invaluables para el desarrollo económico. Recientemente, se entregaron veinte cercas eléctricas a Vayots Dzor, cinco de ellas a Vayk: Vahe Khachatryan se encuentra entre los que se beneficiarán de ellas. “Tengo 95 colmenas. Este año, los osos empezaron a llegar al pueblo incluso antes, en primavera: antes llegaban en otoño. Sin cercas eléctricas, habría sufrido pérdidas sustanciales: las colmenas habrían sido completamente destruidas. Me siento mucho más tranquilo ahora después de instalar el sistema. Es fantástico que existan organizaciones que apoyen a los aldeanos y la conservación de la naturaleza. Como resultado, podemos promover la apicultura. Tanto nosotros como la gente que vive en las ciudades nos beneficiamos: producimos miel pura”, dijo el agricultor Vahe Khachatryan. Poner las tecnologías verdes al servicio de la humanidad y la naturaleza, así como establecer una red de ecoaldeas, se han vuelto estratégicos para Viva-MTS desde 2019. En colaboración con la Fundación para la Preservación de la Vida Silvestre y los Bienes Culturales, se esfuerzan por fomentar el desarrollo sostenible, reducir riesgos ambientales, desarrollar las zonas rurales mediante tecnologías modernas alimentadas por energía solar. A lo largo de los años, han proporcionado 50 cercas eléctricas a los agricultores, cubriendo una superficie total de 475.000 metros cuadrados. Las cercas eléctricas funcionan con alto voltaje pero bajo amperaje. Los animales no sufren daños físicos, pero sí sienten molestias, lo que les disuade de acercarse a las zonas valladas.