En la situación del conflicto de Nagorno-Karabaj, la OTSC mostró sus debilidades e incertidumbres internas, que alguna vez favorecieron la existencia de esa organización, pero luego, cuando la situación se agravó, aparecieron "con todo su brillo". Así lo afirmó el analista Dmitri Trenin, director académico del Instituto de Economía y Estrategia Militar de la Escuela Superior de Economía de Moscú, durante un debate el miércoles. Trenin añadió que Rusia no impone su punto de vista en el marco de la OTSC. Según él, los demás países de la OTSC adoptan una posición neutral sobre la cuestión ucraniana más importante para Rusia. Subrayó que desde el principio muchos percibieron la OTSC como una variante del Pacto de Varsovia o como una respuesta a la OTAN, pero en realidad no es una organización muy bien estudiada. "Esto no es una unión, esto no es una alianza, sino una asociación político-militar, con protocolos sobre muchos temas que no están claramente definidos. Esto fue un plus cuando el 'tiempo' era 'bueno'; pero cuando el 'tiempo' era bueno; ' se volvió terrible, lo 'bueno' se convirtió en 'no tan bueno'. Si hablamos en serio, el único aliado de Rusia en el ámbito político-militar es Bielorrusia, aunque oficialmente todos los países de la OTSC son considerados aliados. La posición de otros países [de la OTSC] es una posición multivectorial en distintos grados", concluyó el analista. Cabe señalar que Armenia también es miembro de la OTSC.