Hemos comentado repetidamente sobre el carácter conflictivo de esta presencia paramilitar de miembros de la UE en el territorio de Armenia. María Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia (MAE), afirmó esto durante la conferencia de prensa semanal del viernes, y cuando se le preguntó si la parte rusa notificó a Francia que sospecha que los observadores europeos en Armenia están espiando. "No debemos esperar nada más que la desestabilización de la situación política exterior y convertir la región en otro escenario de competencia geopolítica por parte de la misión [de monitoreo] de la UE en Armenia", dijo Zakharova, señalando que el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso no informó a Francia sobre su sospechas de espionaje. Según ella, Moscú ha hablado pública y abiertamente de su actitud negativa hacia la misión de observación de la UE en Armenia. "Hemos comentado repetidamente sobre la naturaleza conflictiva de esta presencia paramilitar de miembros de la UE en el territorio de Armenia. Realmente no hay necesidad de buscar pruebas en ninguna parte, es obvio. Los objetivos antirrusos, antiazerbaiyanos y antiiraníes de Esta misión es cada vez más evidente y se hizo más evidente cuando los países de la OTAN que no eran miembros de la UE comenzaron a unirse a ella", dijo Zajárova. Señaló que la región ya era inestable, pero existe la posibilidad de estabilizar la situación, resolver la crisis a largo plazo y abrir todas las oportunidades para la comunicación humanitaria entre los pueblos y el desarrollo económico. "Y en general, traer estabilidad a la agenda regional y fortalecerla allí. Por lo tanto, todas las posibilidades estaban ahí, comenzó el trabajo duro, que empezó a dar frutos. Y eso, por supuesto, provocó el descontento en Occidente, que no ver esta región como pacífica y segura", añadió Zakharova. El representante oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia expresó su confianza en que todos los problemas en el Cáucaso Meridional deben y pueden resolverse basándose en los esfuerzos colectivos de los países de la región, exclusivamente en beneficio de sus intereses y sin interferencia externa.