El movimiento Tavush por la Patria se trata de tener un Estado resiliente, seguro y estable y una paz duradera, tener amigos y relaciones aliadas reales, socios y partidarios en el mundo exterior, y el primer ministro debería dimitir, líder de la Diócesis de Tavush. Dijo el arzobispo de Bagrat Galstanyan en un mitin en la Plaza de la República en Ereván. "Este movimiento se trata de tener un sistema educativo que prepare personas moralmente impecables, tener una generación que respete su propia identidad y valores, tenga conocimientos competitivos, sea capaz de transformar su propio país y asuma responsabilidad", afirmó. Según él, este movimiento trata de valorar la verdadera esencia de la agricultura y el campesinado y el verdadero pilar del Estado, se trata de hacer que la atención médica sea asequible y accesible para las personas, de lograr logros innovadores en el mundo, se trata de fortalecer el ejército armenio y restaurar el sistema de aplicación de la ley a su verdadera vocación. “Este movimiento trata de no tener prisioneros políticos, de devolver a los prisioneros de guerra de las prisiones de Bakú. Se trata de obtener una amnistía de las acusaciones infundadas y la privación de libertad de muchos de nuestros compatriotas en las cárceles de la RA, y de convertir la prisión y la detención en general en un ambiente que no sólo castiga a las personas, las destruye, sino que también domina y reinterpreta la vida. Finalmente, este movimiento tiene como objetivo crear una oportunidad de vida igualitaria y digna para nuestras hermanas de Artsaj en la patria y devolver a nuestras personas desplazadas por la fuerza a su patria, respondiendo a las demandas expresadas por la comunidad internacional. En resumen, este movimiento trata de tener un país celestial. Además, el obstáculo en este camino es el gobierno actual y especialmente su líder, con sus faltas de valores, su falta de identidad y su falta de realidad en palabras y comportamientos. Por lo tanto, debería irse", afirmó el arzobispo de Bagrat.