A pesar del alto el fuego temporal, la guerra con el tándem turco-azerbaiyano no ha terminado. Así lo afirmó el ex ministro de Asuntos Exteriores de Armenia, Ara Aivazian, durante una mesa redonda celebrada el lunes. En su opinión, el camino iniciado por el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, no terminó ni el 9 de noviembre de 2020 ni en septiembre de 2023, porque la deportación de los armenios de Nagorno-Karabaj no es el objetivo final. Aivazian añadió que Aliyev sabe que las ganancias territoriales de hoy de Azerbaiyán pueden perderse mañana, y esto condiciona sus temores secretos y sus declaraciones sobre el “revanchismo” armenio. Según sus palabras, Azerbaiyán se esfuerza por lograr cambios tan radicales en las relaciones con Armenia que fortalezcan de forma permanente la situación actual. Ara Aivazian señaló que Aliyev ha optado por una política abiertamente expansionista en la región. "Esta política se basa en un expansionismo militar desenfrenado, que, sin embargo, puede convertir al agresor en víctima del expansionismo de otros países, en un expansionismo económico con el objetivo de hacer que la economía de Armenia dependa completamente de Azerbaiyán y Turquía, reemplazando el papel de liderazgo de Rusia en importantes y en el expansionismo ideológico, con el objetivo de lograr la distorsión de la identidad nacional", añadió Aivazian. El ex Ministro de Relaciones Exteriores está seguro de que Armenia está privada de la oportunidad de aplicar una política exterior específica. "Si en condiciones normales la política exterior es la continuación de la política interior, ahora son los factores externos los que determinan en gran medida el comportamiento de Armenia y su agenda interna. Ereván se esfuerza por suavizar la desigualdad y la desproporción de fuerzas en la región mediante la aplicación de una política de concesiones unilaterales Esta situación es muy similar a la de 1938, cuando todo el mundo pensaba que cumplir algunas de las demandas de Hitler podría preservar la paz global. Nagorno-Karabaj se convirtió en la región de los Sudetes del siglo XXI, abriendo las puertas a nuevos desafíos. y la política expansionista de Azerbaiyán son incompatibles", enfatizó. Ara Aivazian pidió a las autoridades armenias que cambien su política. En su opinión, a medio plazo la estrategia de Armenia debería convertirse en una política de contención mediante la creación de un diálogo estrecho con los actores externos, para quienes la existencia de una Armenia viable en la región también depende de sus intereses. "Armenia no está sola y puede contar con el apoyo de socios regionales que tienen la misma percepción de los desafíos, amenazas e intereses. Una política de contención competente evitará un mayor expansionismo del adversario. Puede convertirse en la única manera de lograr la paz", concluyó el ex Ministro de Relaciones Exteriores de Armenia.