El diario armenio Hraparak escribe en particular lo siguiente: Ayer, en la sesión urgente convocada por la oposición parlamentaria sobre la delimitación y demarcación de fronteras entre Armenia y Azerbaiyán, que se celebró a puerta cerrada, la [mayoría gobernante] CC [(Contrato Civil) Los miembros de la facción] recurrieron a pequeños trucos, tratando de salvar a los portavoces que representaban al gobierno, el Ministro de Asuntos Exteriores Ararat Mirzoyan y el Viceprimer Ministro Mher Grigoryan. Según la ley reglamentaria de NA, se asignaron 1,5 horas a la sesión a puerta cerrada. Al inicio de la sesión, según el procedimiento, los iniciadores de la sesión deberán presentar su borrador, tras lo cual comenzará la sesión de preguntas y respuestas y luego escucharán a los representantes del departamento correspondiente. [MP] Artur Khachatryan fue el reportero del proyecto de la oposición. Tan pronto como comenzó la sesión, decenas de miembros del CC se registraron para hacer preguntas al presidente de la oposición, con la esperanza de que así se agotaría la agenda y Ararat Mirzoyan y Mher Grigoryan no tendrían tiempo de presentar la posición de las autoridades. Sin embargo, los miembros de la oposición [parlamentaria] se molestaron por esto y exigieron aprovechar los 30 minutos del receso, aunque rápidamente se dieron cuenta de que los oradores habían venido a decir, en el espíritu de las declaraciones de [el primer ministro Nikol] Pashinyan: "Si no Si no cedemos tierras, Azerbaiyán iniciará una guerra". A diferencia de Mher Grigoryan, que al presentar el proceso de delimitación de fronteras no hizo declaraciones llorosas y amenazadoras, subrayando que las negociaciones están en marcha, Ararat Mirzoyan dijo en un texto casi llano: no debemos rechazar a Azerbaiyán, no tenemos los recursos rechazar, de lo contrario habrá una guerra. Estaba de muy mal humor, mientras hablaba les levantó la voz a los opositores [parlamentarios], pero le instaron a cambiar de tono, ante lo cual admitió que estaba tenso; las relaciones con Azerbaiyán no funcionan de todos modos [por un lado], y las acusaciones de los miembros de la oposición [parlamentaria], por el otro.