

Volvo ha lanzado su último automóvil diésel, acelerando su paso para convertirse en un fabricante de automóviles totalmente eléctrico para 2030, informa Autocar. El último automóvil diésel de Volvo salió el martes de la línea de montaje de la planta de Torslanda en Suecia, confirmó el fabricante de automóviles. Esto marca el final de la relación de 45 años de Volvo con los motores diésel, lo que lo convierte en el primer gran fabricante de automóviles en deshacerse por completo de ese tipo de combustible. El último modelo de esta serie es el Volvo XC90 azul, propulsado por un motor turbo de cuatro cilindros y 2,0 litros. Este SUV estará en exhibición en el Volvo New World Museum, que se abrirá al público el 14 de abril. En 2019, la mayoría de los Volvo vendidos en Europa funcionaban con combustible diésel. En 2008, el 95 por ciento de las ventas del XC90 fueron diésel.