

El Parlamento de Moldavia respaldó un llamamiento para seguir adelante con su campaña para unirse a la Unión Europea, pero la oposición abandonó la votación y los separatistas de la región de Transnistria instaron a las autoridades a abandonar su reclamo sobre el enclave, informa Reuters. La presidenta Maia Sandu, que dice que Rusia es la mayor amenaza para la seguridad de Moldavia, ha hecho de la membresía de la UE la piedra angular de su administración en el ex Estado soviético. Como opositora abierta de la guerra de Rusia en Ucrania, ha pedido que este año se celebre un referéndum sobre la membresía en la UE. Después de un debate que coincidió con una cumbre de la UE en Bruselas, el Parlamento adoptó por 54 votos a 0 una declaración que decía: "Sólo unirse a Europa puede garantizar el futuro del país como un Estado soberano, neutral y democrático de pleno derecho". Identificó la integración de la UE como "el proyecto nacional de máxima prioridad de Moldavia". Después de un debate que coincidió con una cumbre de la UE en Bruselas, el Parlamento adoptó la declaración por 54 votos a 0. Pero el opositor Bloque de Comunistas y Socialistas, que simpatizaba con Moscú, abandonó la cámara. En Transnistria, una franja de tierra que se separó de Moldavia cuando la Unión Soviética estaba colapsando, el autoproclamado presidente Vadim Krasnoselsky pidió a las autoridades moldavas que reconocieran su territorio y renunciaran a todos los reclamos sobre él.