

Los arqueólogos mexicanos descubrieron recientemente un alijo de huesos antiguos durante trabajos de construcción. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México dijo que el entierro se remonta a la época prehispánica. Los arqueólogos descubrieron un antiguo cementerio en la ciudad de Pozo de Ibarra. En ese momento se estaba construyendo allí un sistema de alcantarillado. Según los arqueólogos, todos los huesos formaban parte de un "complejo sistema funerario". Se encontraron al menos siete cráneos intactos que mostraban signos de "modificación craneal", que los investigadores creen que pudo haberse realizado con fines estéticos. Los huesos largos, como fémures, tibias, radios y cúbitos, fueron colocados cuidadosamente en un sector específico. De manera similar, los cráneos fueron agrupados intencionalmente, algunos incluso apilados uno encima del otro, en otro sector del osario, anotaron los investigadores. Se desconoce la edad exacta de estos huesos, pero puede tener hasta 1.500 años. "El hallazgo posiblemente esté relacionado con la fase cultural Amapá (500-800/850 d.C.), pues también se recuperaron vasijas cerámicas y figurillas antropomorfas de esa época", señala el comunicado.