

Vladimir Vardanyan, miembro de la delegación de la Asamblea Nacional de Armenia ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE), pronunció un discurso en la sesión de PACE. En sus comentarios, el delegado de Armenia afirmó lo siguiente: “Gracias, señora presidenta. Estimados colegas, En primer lugar, permítaseme felicitar al Sr. Constantinos Efstathiou por el brillante informe que refleja todas las cuestiones actuales de la lucha contra la tortura y aborda los principales desafíos estratégicos de nuestra organización a ese respecto. Absoluta, imperativa, inaceptable, prohibida e inmoral: estos son los adjetivos que pueden usarse para describir la tortura como un fenómeno prohibido por el derecho internacional general durante mucho tiempo. Pero la tortura no sólo está prohibida. Está absolutamente prohibido según el derecho internacional general, y tiene el estatus de prohibición de ius cogens sin posibilidad de suspensión ni justificación aceptable. Hablando francamente, por primera vez leí el proyecto de resolución y me enfrenté a algunos hechos que allí se mencionan. Pensé que me había equivocado y no estaba leyendo un documento contemporáneo sino que me enfrentaba a algo que me llegó de la época medieval. ¿Cómo es posible, en la era digital, que existan este tipo de manifestaciones de tortura en los países miembros de nuestra organización? Señoras y señores, la prohibición absoluta de la tortura no es sólo un imperativo legal, es una obligación moral que define nuestra civilización, nuestro bienestar, nuestra organización. Y, por tanto, un enfoque de tolerancia cero hacia la tortura debería ser la única opción para nuestra Asamblea. Estimados colegas, A pesar de la existencia de innumerables documentos internacionales sobre la prohibición absoluta de la tortura a nivel universal y europeo, la tortura persiste en varios rincones del mundo, lo que nos recuerda la necesidad de una vigilancia y una defensa continuas. No creemos ingenuamente que la tortura será demolida por completo como fenómeno social. El problema no está en el fenómeno de la tortura, sino más bien en la brecha existente entre las obligaciones internacionales asumidas y su implementación en la práctica. Deberíamos combatir la cultura de la impunidad, que es uno de los principales desafíos. Es bastante alarmante que en algunos países del Consejo de Europa la tortura haya comenzado a utilizarse de manera generalizada o sistemática para la opresión de ciertos grupos perseguidos, lo que equivale a crímenes contra la humanidad. Estimados colegas, El Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) es uno de los principales instrumentos internacionales de lucha contra la tortura dentro del Consejo de Europa, y su actividad debe ser apoyada del modo más amplio posible, no sólo mediante la incorporación de las normas en la legislación nacional, sino también proporcionando también su plena implementación a nivel nacional. La publicación automática de todos los informes del CPT, pasados y presentes, sería una manifestación de buena voluntad de todos los países afectados y contribuiría a la eliminación de la cultura de la impunidad y la tortura. Por último, pero no menos importante, estamos totalmente de acuerdo con el ponente en que, en la era digital, el uso de las tecnologías de la información, la grabación de vídeo y otras tecnologías constituiría una medida muy eficaz para prevenir la tortura y los malos tratos y para abandonar la cultura de impunidad. Hagamos de la era digital sinónimo de una era sin tortura. Muchas gracias."